En este artículo vas a descubrir los fundamentos de una buena mezcla. Y ya te aviso, no es lo que te puedes llegar a imaginar, te van a sorprender.
Crear una canción tiene diferentes fundamentos y procesos y es importante que los entiendas para obtener un resultado final correcto.
En este artículo te mostramos algunos fundamentos teóricos dirigidos a que controles el proceso de mezcla a la perfección, cómo hacerlo, cómo aplicarlo y qué pasos tomar y lo haremos de una forma bien dinámica para que no te aburras a mitad de camino.
Comenzaremos aprendiendo dónde ubicar la mezcla dentro de la creación completa de una canción, la cual se compone de una cadena general de desarrollo.
La parte más evidente de esta cadena es hacer la producción, el hecho de crear la canción en sí.
Dentro de la producción nos podemos encontrar con la composición (crear melodías, acordes y percusiones o samplearlas), grabación (si incluimos alguna voz o instrumento grabado) y los arreglos que suceden cuando ya tenemos la producción prácticamente completa y le damos los últimos detalles.
Una vez finalizado el proceso de producción pasamos al tratamiento post-producción. En esta fase lo primero que encontramos es la mezcla, siendo el proceso más importante, ya que, es lo que sirve de enlace entre lo que has creado y el proceso final: el mastering.
La cadena de desarrollo de una canción se acaba con la evaluación del producto final y con una previa evaluación de la mezcla donde observamos si cumple todos los requisitos para ser una obra profesional y competente.
Como ves, la cadena es bastante sencilla pero a la vez importante de conocer.
¿Cuántas veces te has preguntado el por qué no suenas bien? ¿Tienes dudas de si tu equipo es el correcto o si eso es el factor determinante para tener buenas mezclas?
En este apartado te vamos a dar varios consejos (desde los propios fundamentos de la mezcla de audio) para conseguir una mezcla más correcta de la que ahora tienes.
Es evidente que existen varios factores externos fundamentales que influyen en tu mezcla.
Y principalmente son dos.
Quizás te extraña ver esto en el primer puesto, pero se trata de lo primero que tienes que aprender para entender cómo funciona el audio.
Nuestra canción es una señal (señal X) que pasa por diferentes sistemas que la van a modificar, luego vamos a obtener otra señal de salida (señal Y), es decir, nuestra canción tras someterla a la mezcla.
¿Qué sistemas modifican nuestra canción o su escucha?
Por ejemplo, si reproducimos «La Macarena (X)» que tiene una señal plana, en unos monitores KRK que se caracterizan por tener un aumento en las respuestas en graves tendremos a la salida «La Macarena (Y)» con un aumento en los graves.
Nosotros tenemos que centrarnos sobre todo en la habitación, los monitores y los auriculares.
Ya que, van a ser los elementos con los que vamos a mezclar y con los que vamos a sacar nuestro sonido.
El oído también lo utilizamos, obviamente, pero no podemos modificarlo al igual que podemos modificar los demás elementos.
Ahora supongamos que tanto nuestra habitación como monitores y auriculares tienen una frecuencia plana, es decir, no modifican la señal que entra.
¡Pues de lujo!
Esto es lo que nosotros queremos y lo que vamos a buscar en el proceso de mezcla, para poder escuchar nuestra canción en la salida exactamente igual que como la estamos creando dentro de nuestro DAW.
Y está claro, luego esa canción cuando sea reproducida, se escuchará como se tenga que escuchar en un móvil determinado, altavoces o auriculares determinados. Pero nosotros nos quedaremos tranquilos de que «nació» correctamente.
Lo que queremos decir con esto es que hay que conseguir una respuesta lo más plana posible en todos los sistemas que alteren nuestra señal de salida para así escuchar fielmente lo que estamos reproduciendo en el ordenador.
En definitiva, encárgate de conseguir monitores y/o auriculares con la curva de respuesta en frecuencia plana.
Así conseguirás escuchar más fielmente lo que estás mezclando en cada momento.
No te preocupes si no tienes monitores planos o si estás mezclando sólo con tu ordenador, ya que, no va a haber problema puesto que tenemos herramientas visuales que nos mostrarán si nuestra mezcla está correcta o no.
Pero oye, si los fundamentales puedes llevarlos bien, mejor que mejor.
Lo primero que te vamos a comentar son los equipos, instrumentación y herramientas digitales.
Como hemos visto antes, los equipos son sistemas que van a influir en el desarrollo de nuestra canción ya que, si estamos produciendo o mezclando una canción bajo nuestro criterio auditivo, lo que nosotros escuchamos no es realmente lo que estamos creando en nuestro programa de producción y así será muy difícil sacar una canción con alta calidad de sonido gracias a una buena mezcla.
Igual ocurre con las herramientas digitales, si contamos con plugins que no tienen una calidad mínima, el proceso que le van a aplicar a nuestra señal no va a ser del todo correcto y eso, de nuevo, influirá al resultado final.
Así es que mucho cuidado, porque con que solo un equipo (de hardware o software) te falle o sea más deficiente que el resto, ya va a estropear tu mezcla al completo.
En esta imagen te mostramos un esquema de conexión de un posible estudio para que veas el camino que toma la señal y la importancia de los equipos.
Tenemos el ordenador que es desde donde nace todo.
La señal, podríamos decir, que se origina en un micrófono/teclado que va a un PC. Esta señal se procesa por el PC y sale por la tarjeta interna que se dirige a los monitores de referencia y por la tarjeta externa que van a los monitores de trabajo.
Entonces, la calidad de nuestro equipo va a influir en la calidad de la señal que saquemos. Cuanta más calidad tenga tu cadena de entrada y de salida de audio mejor será el resultado de tu mezcla.
Influye, y mucho, la acústica de la sala siempre que se usen monitores.
¿Cómo podemos mejorar la acústica de tu home estudio fácilmente?
Queremos que nuestra habitación/estudio no tenga paredes laterales paralelas porque estas paredes dentro de la habitación generan modos resonantes propios de baja frecuencia.
En resumen, vas a escuchar más altos los graves de lo que realmente estás sacando en tu producción. Esto se puede solucionar poniendo diferentes muebles por la sala para romper ese paralelismo del que te hablamos.
Lo siguiente es que tu sala tenga materiales absorbentes para que no reverbere mucho, es decir, que el sonido no se refleje demasiado en las paredes.
Esto se puede solucionar de muchas maneras: poniendo cortinas, una alfombra en el suelo, poniendo más armarios que ayuden a difundir el sonido, una cama u optar por material absorbente o difusores acústicos específicos.
Como ves, todo suma y si consigues tener una sala equilibrada probablemente la escucha sea mucho mejor.
Ya sabes los aspectos que facilitarán tu mezcla:
Recuerda que no pasa nada si no tienes un buen equipo, buena acústica o buen software ya que existen diferentes herramientas visuales que te dirán cómo está llegando a tu oído la mezcla.
Como por ejemplo Sonarworks, que es una herramienta que te recomendamos si quieres escuchar de manera plana en tu estudio. Funciona calibrando lo que llega a tu oído y lo compensa mediante procesamiento en la señal de salida justo antes de salir por tus monitores.
RECAP
Esto es lo que te debe quedar claro de esta entrada de blog:
Y con esto damos por finalizado los fundamentos necesarios para controlar el proceso de mezcla de audio a la perfección.
Gracias por leer este artículo y esperamos que te haya servido de gran ayuda.
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